Tengo que admitir que no soy muy fan del chocolate blanco. Poco fan. Nada fan. Digamos que no lo como. Y mi vida gira alrededor del chocolate; pero no blanco... bueh, si es lo único que hay un mordisco le doy, pero prefiero tenerlo lejos...
Hecha toda la introducción hacia mi relación con el chocolate blanco, procedo con esta receta.
Iba siendo hora de que lo metiera un poco en la cocina, tenía un par de barras de chocolate Águila de cuando hicimos estos videos, y había que usarlas para algo.
Después de mucho pensar, googlear y buscar, encontré esta torta francesa que "mi amigo personal" David Lebovitz (me twiteaaaaa) le pidió prestada a una revista.
Esta buena. No la voy a hacer todos los días, pero vale la pena incorporarla al recetario, y si te gusta el chocolate blanco, indudablemente tenes que probarla.
Es la torta ideal para que Paulina Cocina la recomiende en su menú semanal para merendar, por ejemplo.
Erroneamente terminó un trozo en la heladera, y el error remitió en algo absolutamente recomendable! Un par de horas de heladera, y es casi un bombón en forma de torta! Imperdible.
No tengo mucho más que decir al respecto, sólo que espero volver antes por acá, ya que tengo un par de recetas guardadas, y unos cuantos limones de quinta para aprovechar.
Como tantas cosas desde que empecé este blog, me había propuesto hacer una serie de golosinas caseras. Si me leen (mejor dicho, siguen leyendo), sabrán que esos proyectos mentales nunca llegan a su fin, vaya una a saber porqué.
Por su puesto, para tener la idea de la serie, siempre empecé por alguna (o algunas) recetas. Así es el caso del marroc casero, que hice para regalar en Navidad.
Pero no hay que esperar hasta entonces, es ideal para una actividad de fin de semana, para tener a mano si festejan Halloween, o simplemente porque son riquísimos y son ideales para compartir.
Sólo 2 ingredientes
Lo maravilloso de esta receta es que se puede ajustar a ojo, tanto a cantidad de ingredientes disponibles, como a gusto del consumidor. Son básicamente 2 ingredientes y un poco de frío. No me digan que no es la receta ideal para la época festiva y llenar el arbolito de regalos para todos!
Los 2 ingredientes son: chocolate (blanco y negro, podríamos decir que un tercer ingrediente?) y mantequilla de maní. Son ingredientes que no se pueden obviar, pero se pueden ajustar un poco sus proporciones. Por eso si googlean recetas de marroc casero van a ver distintas cantidades de cada una.
Receta simplificada y con pocos utensilios
La receta es principalmente 3 tabletas de chocolate: 2 negras y 1 blanca. Pueden ser de chocolate con leche o la típica tableta rosa. A veces consigo tabletas de 100 gramos, otras de 150. Por lo tanto la mantequilla de maní, el segundo ingrediente de esta receta, la mido en cucharadas "copetudas" o al "ras", lo que evita andar pesando un poco de pasta.
También la empiezo al revés que el resto: el primer chocolate que derrito es el blanco. Así me ahorro de lavar o ensuciar espátula, batidor y bowl de más.
Los chocolates se derriten y colocan sobre una budinera con papel film, el que simplifica dar "vuelta" el chocolate blanco para que quede en el centro.
El molde en cuestión tienen que andar alrededor de los 20x10 cm. Un poco más grande, y los marroc serán más finitos, un poco más chico y serán más altos. No hay bien o mal en esta decisión, sólo usen lo que tengan en casa o en virtud de sus preferencias.
No hay mucho más que decir respecto a esta sencilla receta. Sólo les recomiendo que la hagan, compartan y disfruten.
Pero resulta que ahora es el preferido de mi ayudanta, así que lo tuve que empezar a incorporar. Además, todavía quedaba (ya no) chocolate Águila de esta vez, y había que terminar de usarlo.
Entonces, ante el fanatismo descontrolado últimamente por las galletitas toddy, está vez hicimos galletitas toddy pero con chocolate blanco.
Por supuesto, fueron un éxito entre los fanáticos del chocolate en cuestión, aunque los fundamentalistas del chocolate negro se las comieron sin chistar también!
Una receta básica, como la de cualquier otra cookie de este tipo. La mía es adaptación de la adaptación de las original de Nestlé Toll House.
Va la receta entonces, al pedido del público que la aclama desde hace rato ya! (Flor y Marce!)
Como lo prometido es deuda, empecé a incursionar en los macarons de gustos y colores exóticos.
Y la verdad es que la devolución fue incríble: sublime, supremo, espectacular, único, original, fueron algunos de los adjetivos usados por las personas que los probaron para describirlos. Y mejor no les cuento que el aspecto no estaba del todo aceptable... no se si fue el colorante, haber batido las claras un poco de más para incorporar el color parejo, o que, pero no fué la mejor tanda de macarons que hice. Decir que en Buenos Aires es una joya desconocida todavía...
Igualmente, siempre los cumplidos son bienvenidos.
Aprovecho esta entrada para participar de mactweets, un blog-reto destinado pura y exclusivamente a macarons! Todos los meses, una temática distinta, para innovar en materia de macarons. La excusa ideal para hacerlos más seguido.
Este mes, la temática era alguna fiesta, feriado o evento de abril. En el hemisferio norte, además de Pascua, es primavera... por eso que con la globalización los colores pascuales pasaron a ser pasteles, por eso, mi temática giró alrededor de un color pastel: lavanda... y ya que estaba, lavanda el color, lavanda el sabor!
Estos macarones no tan perfectos son de lavanda, con relleno de ganache de chocolate blanco a la lavanda... un sabor muy especial...
Este mes me decidí y prepare las recetas para participar del reto de Daring Bakers.
Últimamente participar de retos es más complicado de lo que pensaba, y a veces las recetas no me gustan o no tengo tiempo, y prefiero hacer algo que vayamos a disfrutar todos para una tarde de frío.
Pero resulta que la propuesta de este mes era algo que venía postergando desde hace tiempo, así que fue la excusa ideal para ponerme manos a la obra!
The August 2011 Daring Bakers’ Challenge was hosted by Lisa of Parsley, Sage, Desserts and Line Drive and Mandy of What the Fruitcake?!. These two sugar mavens challenged us to make sinfully delicious candies! This was a special challenge for the Daring Bakers because the good folks at http://www.chocoley.com offered an amazing prize for the winner of the most creative and delicious candy!
Este vez, las anfitrionas dieron bastante libertad: realizar dos dulces, siempre y cuando uno de ellos fuese con chocolate templado.
Yo me decidí por algo que tenía ganas de volver a comer después del maravilloso descubrimiento de las vacaciones: chocolate con sal.
Así que eso fue lo que hice para mi primer dulce: trufas con sal marina.
Mi segundo dulce, también tentación de las vacaciones, viene pronto...
En casa somos fanáticos de la combinación limón y chocolate.
Esta torta, que bien podrían ser dos tortas por sí solas, o dos deliciosos postres en vasitos, es una de nuestras preferidas.
No voy a mentir. No es de esas tortas que nos encantan cruzarnos en nuestro camino: fáciles, y que se hacen en 2 minutos. De por sí, las mousses son 2 preparaciones distintas, con 3 batidos cada una: yemas, claras y crema.
Pero definitivamente vale la pena. Es diferente, original, suave y se la devoran!
Allá lejos y hace tiempo, en el año 2000, hacía un curso de pastelería. Allí, en el módulo de tortas, estaban incluidas una torta bomba de chocolate y una torta espuma de limón.
Como nos encanta todo lo que tenga limón y chocolate (las galletitas Havanna, un alfajor Suchard que duró poco tiempo en los kioscos, el poco difundido helado de limón granizado (que manjar!), o en su defecto, helado de limón bañado...), apenas hicimos por primera vez estas dos recetas, lo único que me pude imaginar era hacerlas... pero juntas!
Así reversioné aquellas dos maravillas, para este clásico de casa desde principios del siglo. También el siglo XXI trajo a nuestras vidas la moda del maracuyá, entonces la torta se adaptó a la tendencia.
La primera es una fina masa de chocolate con mousse de chocolate por encima. La maravilla es que es una sola preparación: la base y la mousse.
Arrancamos por un batido de yemas, claras y chocolate, usamos una parte para la base, y luego terminamos el relleno con crema y más chocolate. La torta de mousse de chocolate ya está lista!
Luego, preparamos un poco de mousse de limón, lo volcamos sobre la maravilla chocolatosa, un poco de freezer, y a comer.
Muy importante a tener en cuenta: ambas preparaciones son con huevos crudos. Por lo tanto no es una torta para guardar (si es que pudieran!). Lo ideal es hacerla de un día para el otro, porque es deliciosa fría. Obviamente, pueden hacer mousse con paté a bombe y merengue italiano si les da más seguridad.
Otro detalle importante: al ser ambas mousses, y la base es parte de una de ellas, la torta no tiene harina, es apta celíacos.
Esta receta fue publicada originalmente el 18 de febrero de 2011. La actualizo con nuevas fotos y tips.
Este delicioso y tentador pionono es una idea perfecta para la mesa navideña. Con una combinación perfecta entre el sabor intenso del chocolate en una suave masa y un cremoso relleno chocolatozo, cada bocado es alusinante. Esta receta también es conocida como bûche de Noël, un clásico postre francés de estas fechas. El proceso de elaboración es relativamente sencillo, pero el resultado final es exquisito. Solo hay que imaginar un bizcocho esponjoso y húmedo, impregnado de un suave aroma a cacao y envuelto en una capa suave y cremosa de chocolate. Así que preparate para saborear y disfrutar de esta delicia de chocolate. ¡Manos a la masa!
Historia y origen del pionono
La historia de la creación de esta clásica masa arrollada tiene sus raices en Santa Fé, Argentina. Se dice que un pastelero local, en el siglo XIX, creó el pionono en honor al Papa Pío IX, o dicho con palabras, Pío Nono (noveno en italiano). Luego se expandió el uso de esta masa suave y elástica, enrollada sobre su propio relleno, a otros países de latinoamérica y España.
Coincidencias con el bûche de Noël o tronco de Navidad
Un postre tradicional navideño francés, el bûche de Noël, es en su esencia muy similar al pionono: una masa tierna y elástica, rellena y enrollada.La antigua tradición pagana de quemar un tronco para celebrar el solsticio de invierno, evolucionó en la pastelería francesa, recreando este símbolo en un postre. También en el siglo XIX, un pastelero francés se inspiró en este tronco de madera y creó un postre alusivo.
Entonces, esta receta es de pionono o de bûche de Noël?
Ambas recetas son muy similares. El pionono tiene una proporción entre la cantidad de huevos, el azúcar y la harina, con un toque de miel para que la masa sea elástica. El arrollado francés una una génoise, un bizcocho clásico que se usa en una gran variedad de preparaciones que requieren de una masa esponjosa y que absorba muy bien los sabores de otras preparaciones. Es una preparación que se usa en infinidad de tortas, y también es a base de huevos, azúcar y harina. Digamos que en este caso, por la preparación final y la falta de miel, es una génoise, pero pueden usar esta masa en cualquier pionono de chocolate, sin necesidad de darle la forma de tronco, y rellenándolo con lo que se les ocurra: desde dulce de leche hasta crema y frutillas.
Tradicionalmente, el bûche de Noël se decora como un tronco en un bosque de invierno: honguitos de merengue, frutas "nevadas" y azúcar impalpable sobre la cobertura de chocolate. Como acá estamos en pleno verano, decidí decorarlo más acorde, con la tradicional corteza de crema de chocolate, flores frescas, y un poco de polvo dorado y plateado, aunque no luce tanto.
Ingredientes y paciencia para preparar este postre
Este arrollado se prepara con huevos, azúcar, harina, cacao amargo, polvo de hornear y extracto de vainilla. Requiere de paciencia en el batido de los huevos: hay que batirlos con el azúcar hasta punto cinta, o sea q al levantar las varillas de la batidora, la mezcla dibuje una cinta que se mantenga un par de segundos. Es un paso fundamental para preparar una génoise aireada y esponjosa. Se recomienda siempre batir con batidora eléctrica, y cuando los huevos empiezan a tornarse pálidos y su volumen aumenta, nos estamos acercando al punto deseado.También requiere de un poco de paciencia y tranquilada incorporar los secos, debemos hacerlo muy suavemente, con movimientos envolventes, para no perder la estructura que conseguimos batiendo tan perfectamente los huevos. Después horneamos, desmoldamos con un par de trucos, dejamos enfriar y rellenamos.
En la receta que les comparto hoy, lo rellené con una espectacular crema de chocolate y queso crema de tan solo 3 ingrediente. Una receta perfecta para cuando no tenemos ganas de complicarnos y queremos resolver un relleno o cobertura con pocos y simples ingredientes.
Ahora sí, tras todas estas vueltas y explicaciones, les dejo la receta de este arrollado o pionono de chocolate, relleno de chocolate, en presentación bûche de Noël.
Una semana después de las mini chocolate pecan pies y de las galletitas de manteca, fue el momento de probar nuevas recetas...
El 31 suele ser más glamoroso que el 24... o por lo menos en las películas.
El 24 es el festejo familiar, y el 31 es de ir a comer afuera, después una fiesta, etc...
Por este tema del glamour es que elegí una receta con chocolate, chocolate como seda, una especie de trufa en tartita, con una delicada ganache, que le daba mucho brillo, además de la suavidad del relleno.
Esta receta es una mezcla de la tarta de chocolate francesa que hicimos en las clases de pastelería, de Helen de Tartelette, y de Josie (otra vez) de daydreamer desserts... es que Josie publicó muchas recetas de Navidad, por lo que estuve navegando mucho su blog, y recopilando viejas recetas.
Además, con el chocolate nunca nos vamos a equivocar! Es un 99% infalible, no?
La masa de la base puede ser cualquier pate sablee que esten acostumbrados a usar, inclusive puede ser de chocolate. Yo tenía reservada un poco de masa de las galletitas que hicimos con C.A.I. para hacer pepitas con dulce de batata, pero como no llegamos a hacerlas, y en enero se iba de vacaciones con los papás, la termine usando de base para estas seditas de chocolate. Porque usé este resto de masa, sólo me salieron 2 docenas de mini tartitas, por lo cual escalé la receta a 1 huevo... finalmente terminé haciendo una docena más ya que me sobró relleno; pero como no tenía masa usé unas galletitas dulces q me habían quedado del último cheesecake, más un poco de cacao amargo y manteca derretida como base, relleno encima y finalmente ganache. Una yapa para no desperdiciar ese manjar!
Igualmente, por más que el año ñuevo ya empezó, no parece muy distinto al anterior... será por que no me tomé vacaciones?
Este mes, el reto de Daring Bakers era un postre con nombre ruso, de origen australiano o neozelandés, y con componentes franceses... una base de merengue, relleno con crema chantilly y frutas frescas: pavlova.
The June 2010 Daring Bakers’ challenge was hosted by Dawn of Doable and Delicious. Dawn challenged the Daring Bakers’ to make Chocolate Pavlovas and Chocolate Mascarpone Mousse. The challenge recipe is based on a recipe from the book Chocolate Epiphany by Francois Payard.
Parece que por 1926, Anna Pavlova, una extraordinaria bailarina rusa, estuvo de gira por Australia y Nueva Zelanda, y de su baile dócil y etéreo surgió este postre tan liviano, a base de merengue aireado y frutas frescas.
La pavlova del reto era un merengue de chocolate, con mousse de chocolate en su interior. Para que no sea tan chocolatoso, hice una pequeña variante: merengue de chocolate, con una base de ganache de chocolate, y mucho helado/mousse/semifreddo de maracuyá. Impresionante!
Antes de dejarlos con la receta, un último comentario para este post de domingo a la noche, en pleno Mundial: Vamoooos Argentiiinnnaaaaa!!!!!!! Estamos en cuartos!!!!
Pensando en el frío que hace afuera, me acorde del paraíso
del chocolate. Ideal para ir con 0°... o con más de 30°, como fuimos nosotras!
La cosa es que en uno de los famosos tés post trabajo con
A., nos encontramos con el reino de los chocolates, o como dice el cartel,
Compañía de Chocolates.
Llegué un poco temprano (increíble, pero cierto), y decidí
entrar porque afuera hacía mucho calor... casi lo mismo que haría hoy pero a la
inversa.
Ya desde que entras el chocolate te ataca, entonces, para no
tentarme con la carta, pedí un par de bombones... para entrar en sintonía.
No puedo recordar de que eran, pero eran riquísimos. Conociéndome, opto
por casi asegurar que eran todos de chocolate amargo, de distintos orígenes,
algo de maracuyá por acá y un poco de frutas secas por allá...
Los partí, y me comí mis mitades...
Después, cuando ya éramos dos, y para hacerle honor al
lugar, pedimos la tabla de dulces (una picada para gordas amantes de lo
dulce!), obviamente todo en variedad "chocolate". ¿Qué otra cosa íbamos
a pedir en este lugar?
Eclair de chocolate, macarons de chocolate, torta de
chocolate, canneles de chocolate, y un par de helados de... chocolate!
Pedir una tabla de dulces en base a chocolate es algo que
todos deberíamos hacer una vez en la vida!
No hago postres muy seguido. Hago dulces, pero no postres. Más del tipo de dulces para la hora del té. O llegado el caso, una torta, que a veces sirve de postre.
Este mes, Whole Kitchen propuso preparar un postre.
Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de julio nos invita a preparar un postre clásico británico: trifle. El trifle es un postre en capas. Una mezcla de texturas en cada una: crema, crocante, masa, frutas, etc. Y como este postre quedo tan, pero tan bueno, aprovecho para presentarme con él al concurso aniversario del blog de Tito: tu mejor postre.
Las pocas veces que hago este tipo de preparación es en verano, entonces como crema uso helado, y trocitos de brownie, frutas secas... lo que tenga a mano.
Con las bajas temperaturas que está haciendo últimamente, se me ocurrió hacer un trifle más invernal. No deja de ser frío, ya que tiene mousse, pero no es helado...
Eso sí, es para comer una mini porción, y después una pava entera de mate! Es una bomba!
Les cuento mis capas: cookies de chocolate con chips (la receta próximamente), merenguitos, dulce de leche y mousse de chocolate amargo; todo lo demás es dulce, así que era necesario cortar con una mousse bien oscura.
La verdad que resultó muy rico y vistoso, además es un postre sencillo y rápido, ideal para terminar una cena.
Esta receta es un clásico en los cumpleaños, en casa y en casa ajenas.
Es una de las recetas más visitadas del blog, y se que muchos ya la tienen como favorita para sus celebraciones. La mejor torta de cumpleaños siempre es la casera!
Y no podía ser de otra forma! Nada mejor que una sencilla torta de vainilla, que después cada quien termina decorando según la ocasión.
Así que si se preguntan donde conseguir la mejor torta de cumpleaños, animense y prueben esta receta, cuando te pidan recomendaciones de donde comprar la mejor torta en la zona, podes dar la ubicación exacta: esta receta.
Una preparación sencilla adaptable a todos los gustos
Además, esta torta es casi una one bowl, así que más que bienvenida para festejar!
Siempre una rica torta simple de vainilla trae recuerdos. Cuando eramos chicos, nuestras mamás nos hacían la "torta de cumpleaños". Una torta de cumpleaños en esa época era ni más ni menos que eso: una simple pero rica torta, llena de dulce de leche y granas o lentejas de chocolate para decorar. Listo. No se necesitaba nada más.
Siempre una torta de vainilla es como un lienzo en blanco: a partir del bizcochuelo podes rellenarla y decorarla según tu preferencia y tus habilidades. No es necesario ser expertos en decoración de tortas, la simpleza a veces es nuestra mejor aliada.
Por ejemplo, en mi casa, la torta de cumpleaños venía de la mano de una torta de cajita, un poco de relleno, habanitos de chocolate y demás decoraciones para dejarla bonita. Y desde ya las velitas. Hoy, yo sigo haciendo tortas parecidas. Decoraciones sencillas y sabores de antes. Velitas si la ocasión lo amerita. Pero siempre una rica torta para celebrar momentos que perduren en el tiempo.
Adaptar recetas probadas y aprobadas es fundamental para el éxito
Esta es la receta estrella de torta de cumpleaños imperdible e infalible de Smitten Kitchen, adaptada por mí. La hice tantas veces ya, que los pasos los incorporé a mi manera, y esa es la receta que les comparto acá. Sin duda una de las mejores tortas de mi recetario: esponjosa, sabrosa, compacta, húmeda... el bizcochuelo ideal.
Es importante respetar los ingredientes y métodos para que la torta salga como esperan. Si se animan y tienen experiencia, siempre se pueden ajustar detalles; pero si lo que buscan es que salga sí o sí, les recomiendo seguir la receta al pie de la letra.
Sugerencias de relleno y cobertura
Esta es la torta ideal para rellenar y cubrir. Pueden usar su imaginación o las preferencias del agasajado.
En casa siempre es bienvenida la torta con dulce de leche y chocolate, y casi nunca nadie la objeta, Por eso yo la relleno con una ganache a la que le agrego dulce de leche. Queda la consistencia ideal tanto para rellenarla como para cubrirla, y es sabor es excepcional.
Pero también pueden rellenarla solo con dulce de leche, o con crema, o agregar frutillas o durazno al relleno.
También se puede rellenar y cubrir con crema de manteca del sabor que quieran, si en casa les gusta.
Hasta pueden cubrirla con pasta para cubrir tortas si son hábiles con la técnica. Yo todas las veces que lo intenté estuve más cerca del fracaso que del éxito! Por eso para mí, la simpleza es mi mejor aliada.
Y este tip que en nuestras fiestas es un clásico: cuando emparejo las tortas, me guardo todas las migas, y con restos de relleno y un poco de dulce de leche, chocolate derretido o queso crema, armo trufas y las paso por granas de colores, perlitas de chocolate, frutas secas, coco rallado.
Lo que tenga a mano, para así tener además de la torta, unas masitas extras para compartir.
Receta publicada originalmente en el 13 de mayo de 2012.
Participar de un cookie swap es una experiencia de lo más divertida. Siempre pensé en como se podría organizar uno: ponerse de acuerdo, elegir un lugar, e intercambiar galletitas y recetas con unos mates o té.
La verdad que en estas latitudes, el mejor cookie swap sería en junio/julio... pero no hay nada como hornear galletitas para las Fiestas!
Por suerte, a Julie y Lindsay se les ocurrió esta idea virtual, y la parte de la organización corrió por cuenta de otras; lo único que quedó en mis manos fue elegir que galletita hacer.
Saqué toda la artillería en busca de inspiración, pero cuando me llegaron por mail las personas a las que les tenía que enviar las galles, cambié de planes: como eran todas participantes del picnic, decidí que no necesariamente tenía que ser una galletita apta para el envío por correo. A esto se sumó que tenía unas nueces pecan que me habían regalado G. y J. del campo y me dieron ganas de usarlas; y también sumemos que dejé todo para último momento y necesitaba algo rico y fácil.
Se me ocurrieron entonces cuadrados, con nueces, chocolate, y demás.
Finalmente, terminaron siendo una odisea. La primera receta que elegí no me gusto: la base de los cuadrados era una masa dura y seca. Y no tenía demasiado ligue para los ingredientes que iban por arriba. Por lo tanto, con las frutas picadas, el chocolate cortado, y demás extras de la cobertura, decidí inventar mi propia receta.
Finalmente terminé haciendo una base de blondies, recargados de cosas ricas y cortaditos muy pronto! Estas preparaciones son frágiles, y no conviene cortarlas en el momento. Pero se hacía la hora del encuentro, y fue necesario.
Mi parte habilidosa: canastitas navideñas hechas en casa
La presentación no quedó como de revista, pero tenían tantas cosas ricas que estoy segura que mis 3 cookie swappers los disfrutaron!
En el próximo post, les muestro que recibí yo!
Es una receta para tener en cuenta para la mesa navideña, ya que rinde un montón de masitas.
Esta receta es casi como el paraíso. Por lo menos si son como yo: fanáticos de los brownies y las cookies, e indecisos a la hora de optar por uno de los dos.
Hace muchos muchos años, me inspiré para hacer esta maravilla en una de las preparaciones clásicas de los por entonces pasteleros de moda newyorquinos.
En la primera década del siglo las tendencias no volaban como ahora. Habían pasado 10 años, y el último grito de la moda seguían siendo los cupcakes de Magnolia Bakery, inmortalizados por Sex and the City en el 2000.
Ese era el caso de los chicos de Baked: pastelería en Brooklyn, libros, y línea de productos en Williams Sonoma.
Uno de sus productos estrella, tanto en la pastelería como en los preparados de cajita, eran los brooksters: un "muffin" mitad brownie y mitad cookie.
Con mis dos recetas preferidas para cada una de estas preparaciones, los hice en mini muffineras, y de ahí en más, no los preparé de otra forma. El tamaño perfecto para este bocado celestial.
Además es el tamaño perfecto para controlar ambas cocciones: si el brownie se pasa, nos queda un budín; si la cookie se pasa, nos queda como de paquete.
Así, pequeñitos, podemos lograr que ambas preparaciones se cocinen lo justo y necesario.
Inspirada por esta maravillosa receta, hice este reel, que se hizo viral en menos de una semana, llegando a 1.7 millones de visualizaciones, pero no aportando nada de nada al resto de mi instagram.
Mi teoría ahí se comprobó más aún: mi cuenta de instagram es un extraño experimento, que no sigue las reglas que supuestamente la hacen funcionar/crecer. Lo cual me está convenciendo cada vez más de volver al blog, sentarme a escribir una entrada, y dejar inmortalizadas mis recetas en mi recetario virtual.
Receta publicada originalmente el 28 de mayo de 2012.
