De verdad, arrancados de un árbol, y no de esos comprados en la verdulería que no tienen ni olor ni sabor a limón.
Y estaban esperando una receta. Una receta que les hiciera honor.
Tenía varias ideas en mente. Pensaba en una preparación bien sencilla, para que se destacara precisamente el limón. Pasaron varias cosas por mi cabeza: desde una torta de mousse de limón hasta muffins con amapolas y un rico glasé.
Pero nada me convencía del todo. Además, eran recetas que ya había hecho en alguna oportunidad, y estos limones buscaban algo diferente.
Fue entonces cuando navegando por este universo que es la blogósfera, me topé con Marta, y su maravilloso blog más allá de 365 sonrisas.
Ella tenía una receta de unas galletitas de limón rellenas. Y no pude evitar imaginarme esas galletitas de limón, rellenas con una crema de limón, y ya que estábamos, bañadas en chocolate.
Esta receta era lo que estaba buscando: algo que destacara el limón, con un toque especial, como es la polenta. Si, si, lleva polenta en la masa, lo que les da una textura buenísima.
Además, si reemplazamos harina por harina sin TACC, tenemos una receta sin glutén! Ojo que no todas las polentas, aunque sean de maíz, son sin glutén. Si no lo dice el envase, cambien de marca.
Por último, debo decir que a pesar de que bañadas en chocolate quedan deliciosas, no vale la pena el trabajo. Blanquitas y con una generosa porción de relleno son irresistibles. Debe ser que finalmente no quedaron como yo quería... Hace años que no baño nada, como 10 o más... nunca le encuentro el punto al chocolate y termino haciendo enchastre!