Pero para este fin de semana tenía ganas de hacer la tradicional rosca: una masa tipo brioche, bastante neutra, excepto por el detalle del agua de azahar y la crema pastelera.
Me hicieron cruzar por ahí con la receta de Doña Petrona, y cuando vi que no se amasaba, terminé de decidirme.
Lo que no quería hacer era una rosca tradicional, entonces dándole un par de vueltas al asunto, se me ocurrió hacerla con el método de los famosos cinnamon rolls, pero en forma de rosca.
¿El resultado? Pastelera por acá, pastelera por allá, pastelera desbordando por arriba, por abajo, por el costado... ideal para los que prefieren la rosca llena de sabor, y no un simple pan de leche.
Además, fue momento para transformar la cocina en un laboratorio, y con termómetro y paciencia de por medio, templar chocolate para hacer unos huevitos de pascua artísticos.
La receta no aclara cuantas roscas salen, pero en mi versión hice dos roscas de 7 rolls cada una, y unos cuantos rolls sueltos para tener de repuesto para cuando se acabara!
Las hice de 7 bollitos, porque el 7 es un número religioso, así que intenté darle algún sentido al tema de que la rosca estaba compuesta por partes y no por un todo. Además, con lo que leva la masa y desborda pastelera, fue la cantidad ideal para que conservara la forma de rosca.
La masa es super fácil de hacer y manipular, y es muy versátil. Además de rosca con pastelera da para muchas más opciones y rellenos. Sólo mezclar, dejar levar, y pensar con que queremos merendar hoy.
También me encantó de esta receta de Petrona la pastelera. Siempre hago la pastelera de Choli, porque la hace con huevos enteros (cosa que debe haber aprendido de Petrona!), y una pizca de colorante amarillo, pero esa receta es de 4 huevos, y lo máximo que pude dividirla es a 2. La genialidad de la receta de Petrona es que es con 1 huevo! Y sale como una taza de pastelera.