otoño de colores | torta arco iris

Además de la torta Guinness, otra receta famosa de la blogósfera es esta.

Un clásico de la pastelería es la torta damero, en base a vainilla y chocolate; se hace con manga, intercalando aros de cada preparación, para que al cortarla se vean los cuadraditos combinados.
En el caso de la torta arco iris, el procedimiento de intercalado de colores es mucho mas sencillo, pero requiere de dividir la masa en más partes... 7 si hablamos de un arco iris real, o 5 si no hay más colores!

Es una preparación ideal para hacer con los chicos, sobre todo cuando el requerimiento es: "tía, hagamos una torta inventada", y acto seguido toda la alacena está arriba de la mesada esperando mezclarse de maneras originales para una torta para la escuela (ya no le puedo decir más jardín, preescolar ya es "la escuela").

Buscando entre papeles, papelitos y papeluchos, encontré el recetario Royal de mi abuela, donde están un par de clásicos de tarde de domingo. Una de ellas, la preferida de mi mamá, la torta Royal.

Recetario Royal de 1950, usado innumerables veces por mi abuela P.

Con esa receta, más unos colarantes, hicimos una torta arco iris rica, colorida, y super divertida!

Hay una receta!

hamburguesas de quinua | un poco de variedad

La quinua está de moda. Como es un super alimento, está bien usarla en todos lados: sopas, ensaladas, guisos, risottos, croquetas... you name it.
La realidad es que más allá de que ahora sea cool, es una buena opción para no terminar siempre comiendo lo mismo, ya sea en la guarnición o en el plato principal.

Clásico de casa con un sólo miembro, que no tuvo tiempo ni de ir al supermercado: alacena con arroz o fideos, y un poco de queso, manteca, huevos y pará de contar en la heladera... la típica: fideos con manteca o arroz con... aire.

Esta vez, lo único que había en mi alacena era medio paquete de quinua. Una papa en el fondo, queso, y huevos... hice una pequeña visita a la verdulería para agregar algo verde, y listo! Una cena completa en menos de lo previsto. Y de paso, me sumo al Meatless Monday.

Hay una receta!

a falta de bobe | la crespo

Así me imagino los almuerzos de los domingos si hubiese tenido una bobe. Comida rica, casera y diferente a la de todos los días de una casa porteña.

Empezamos por los knishes, que por ser la primera vez de visita por La Crespo no podían ser otros que los tradicionales de papa, únicos e irrepetibles en el cumpleaños de D. durante los años universitarios...

Ahora encontré el sustituto perfecto: los knishes de papa de La Crespo, con un corazoncito de queso que es lo más! La próxima, me toca ir por otro gusto, o por otra entrada ;)
Seguimos con los strudel salados con una generosa ensalada, o la estrella del lugar: sandwich de pastrami.

No tengo con que compararlo, ya que nunca degusté un pastrami newyorquino (shame on me! después de tantas caminatas en Manhattan), pero seguramente este no tiene nada que envidiarle ni al del mismísimo Katz's: 170 gramos de la carne más sabrosa y tierna, calentita, con un aderezo imperdible, y en un pan que comería de desayuno todos los días! Si tuviera a una bobe cerca, claro.

Las cosas dulces no se quedan atrás, todo super fresco y rico.
El delivery no llega ni a la esquina de la esquina de la esquina de mi casa, pero colectivo de por medio, o caminata diurna, pueden llevarme sin querer de vuelta a La Crespo en cualquier momento.
Comer afuera y casero todavía es posible. Y a un precio que no hace doler el bolsillo!

chocolate caliente con palmeritas | viva la patria!

Hoy es un feriado gris. Hace días que no sale el sol y llovizna... un Buenos Aires muy londinense.
Aprovechando la fiesta patria y el feo clima, se me ocurrió una sencilla merienda de invierno.

Un riquísimo chocolate caliente, con las clásicas palmeritas express hechas con tapas de pascualina.
Estas palemeritas eran una de las especialidades de horneado de mi mamá, que nunca se destaco por sus dotes reposteriles.

Pero era algo que siempre podíamos hacer sin ensuciar mucho, sin esperar mucho, y para tener algo rico y casero los fines de semana a la tarde.

Aprovechando el chocolate caliente, que mejor acompañamiento que este.

Hay una receta!

facciamo la pastasciutta | fideos caseros

A veces no nos damos cuenta que una comida habitual puede ser mucho más rica y disfrutable si la hacemos casera. Una cosa simple y con 3 ingredientes, sólo 3 que siempre están a mano, se transforma en una maravilla.

Seguramente muchos de ustedes deben haber tenido abuelas, bisabuelas, alguna tía, que se destacaba por preparar la pasta de los domingos. Empezar o el sábado o el domingo muy temprano a amasar fideos y hacer el estofado, que cuanto más hervía, mejor.

En mi familia mis abuelas no amasaban, se modernizaron antes de heredar esa tradición. Pero en las dos casas se comían los fideos de los domingos, comprados en la fabrica de pastas del barrio, y con un estofado (una de pollo, la otra de carne) que en mi vida volví a probar.

Y eran largas mesas, y grandes fuentes, mucho queso, y mucho pan para mojar la salsa, y unos pares de horas para terminar el festín.

Conozco varias personas que tienen como tradición amasar pasta. Y habiéndolo hecho y viendo que es tan fácil, no entiendo porque no lo hice antes.

Si tenes una pastalinda, no podes no amasar fideos. Si estas por heredar una, no la pierdas de vista. Y si no tenes, ni vas a heredar, ni te la pensas comprar, arremangate, hace un poco de fuerza (nada del otro mundo, si yo puede, cualquiera puede!), y amasa fideos caseros, no te vas a arrepentir.

Hay una receta!