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miércoles, 15 de agosto de 2012

en casa de herrero, les macarons de paris

Esta semana empezó mojada en Buenos Aires. Llueve, y no quiere parar.


Son los días ideales para mirar películas y comer cosas ricas. Obviamente fuera del horario laboral... y ojalá fuera de otra forma, pero los momentos bucólicos quedan para la merienda.
Así fue el cuarto día de lluvia en la ciudad. Buscando nuestro momento de relax y distracción, Amanda y yo decidimos inspeccionar su nuevo barrio en busca de delicias, y entonces nos topamos con esta maravilla: Les macarons de Paris.


Un local minúsculo, tranquilo, casi escondido, donde poder probar unos excelentes macarons fuera de casa.
Probamos unos cuantos sabores, algo calentito, unos pain au chocolat, y nos pusimos al día de la vida en Buenos Aires, y posibles futuros proyectos y encuentros.


A pesar de que no vivo enfrente, quedamos en que definitivamente nos vamos a hacer habitues de este lugar! Total, que mejor que caminar las 10 cuadras de regreso para no sentir tanta culpa después de un dulce atracón!


Y cambiando de tema, les cuento que sigo en la cocina y en la calle, pero esta es la altura del año donde todo cuesta el triple, inclusive actualizar el blog... no visito mis blogs amigos, no dejo comentarios...


Por ahora, les recomiendo un rico macaron!

lunes, 6 de agosto de 2012

té de gastrobloggers 2012 | boulevard sáenz peña

Este año, volvimos a organizar un té de gastrobloggers. Aprovechando los días frescos de invierno, decidimos ir a un lugar a que nos atiendan y nos sirvan cosas ricas, en lugar de cocinar comida para un batallón.


Hacía un tiempo que algunas de nosotras queríamos ir a Boulevard Sáenz Peña, así que no nos pareció mejor ocasión que nuestro segundo encuentro.

Hace 5 años, como regalo a C.A.I., le hice unos cuadritos como estos con figuritas con brillantina. ¡Que adelantada!
Aprovechando que una de las grandes ausentes (con aviso!) del año pasado tiene contactos en la zona, hacia allí fuimos.


Y nos atendieron como reinas! Primero, hicimos un hermoso recorrido por todos los lugares que ofrece está parte del Tigre, con aires más bohemios y artísticos que el tradicional Puerto de Frutos... ideal para mentes creativas como nosotras.


Luego, llego la hora del té, donde nos deleitamos con una variedad de cosas dulces, todas riquísimas. La tarde pasó volando, tanto que volvimos a nuestras casas para la hora de la cena!
Las 10 locas desconocidas (no todas!) de esta vez (sin tuppers bajo el brazo), eramos:


Kelly, de Live, cook and eat abroad
Liza, de NOLA chef
Agustina, de Ponete el delantal
Vero, la "dueña", de Alma Singer y Alma Singer take me out
Julieta, de Filosofía de sabor
Paula, de Bee my chef
Allie, de Pick up the fork
Marina, que su alma es tan foodie que la pueden encontrar en un montón de lados! yo les dejo mi preferido, Ladies brunch
Lucia, de Luzy in the blog

martes, 29 de mayo de 2012

a falta de bobe | la crespo

Así me imagino los almuerzos de los domingos si hubiese tenido una bobe. Comida rica, casera y diferente a la de todos los días de una casa porteña.


Empezamos por los knishes, que por ser la primera vez de visita por La Crespo no podían ser otros que los tradicionales de papa, únicos e irrepetibles en el cumpleaños de D. durante los años universitarios...


Ahora encontré el sustituto perfecto: los knishes de papa de La Crespo, con un corazoncito de queso que es lo más! La próxima, me toca ir por otro gusto, o por otra entrada ;)
Seguimos con los strudel salados con una generosa ensalada, o la estrella del lugar: sandwich de pastrami.


No tengo con que compararlo, ya que nunca degusté un pastrami newyorquino (shame on me! después de tantas caminatas en Manhattan), pero seguramente este no tiene nada que envidiarle ni al del mismísimo Katz's: 170 gramos de la carne más sabrosa y tierna, calentita, con un aderezo imperdible, y en un pan que comería de desayuno todos los días! Si tuviera a una bobe cerca, claro.


Las cosas dulces no se quedan atrás, todo super fresco y rico.
El delivery no llega ni a la esquina de la esquina de la esquina de mi casa, pero colectivo de por medio, o caminata diurna, pueden llevarme sin querer de vuelta a La Crespo en cualquier momento.
Comer afuera y casero todavía es posible. Y a un precio que no hace doler el bolsillo!

lunes, 2 de abril de 2012

si de comer algo rico se trata | delicious café

Me gusta Barrio Norte, es tranquilo, arbolado, resguardado, sin dejar de tener un par de avenidas a mano para movernos en la ciudad. Además, caminando unas cuadras aparecen estas cosas, nada mejor para rematar placenteramente la recorrida.


Ahí, en una vereda arbolada, está Delicious. O simplemente delicioso. Un pequeño deli descontracturado, sin aires de grandeza, pero impecable y riquísimo.


Atendido por sus dueños, la amabilidad es destacable.
Los ingredientes de primera, y la carta muy original. Pequeña pero rendidora.


Llegamos justo para ocupar la última mesita de adentro, y disfrutar de un ligero pero abundante almuerzo de domingo.
Cómodos espacios para ir con la compu, ya que además de wi-fi, tiene enchufes!


El local hace años que se dedica a la gastronomía, ya que cuando mi mamá estaba embarazada de mí, iba con mi hermano a comer a la pizzería que se encontraba allí, la cual estuvo mucho tiempo, porque recuerdo que en mis primeros años de secundaria, a finales de los '80, todavía estaba, con sus paredes pintadas con caballo loco.


Me parece que me hago habitué, aunque me quede a varias cuadras :)

domingo, 18 de marzo de 2012

la panadería de pablo | mucha fama, poco esfuerzo

Cuando se llega al momento de ser reconocido por tu nombre, ¿vale descuidarlo?
Yo creo que no. Más nombre, más fama, equivalen a más esfuerzo por lograr el mejor producto posible.
La Panadería de Pablo está ubicada en el centro porteño, escapándose apenas del corazón de San Telmo, cerca de muchos oficinistas, que además de ir al lugar por estar cerca de sus trabajos, van por las aclamadas críticas a este reconocido chef.


Fui dos veces en poco tiempo, y la tercera va a ser la vencida... vuelvo o no vuelvo...
La primera vez, after office a tomar el té, con unos jugos riquísimos, un rico olor a panadería y la ilusión de haber descubierto un lugar super reconfortante en medio de cemento, bancos y oficinas.
La atención estuvo correcta, y las recomendaciones que nos hicieron también; aunque no pedimos nada del otro mundo, todo estaba bien. El lugar un poco vacío, y pocas cosas "comeme" a la vista.


La segunda vez, tentadas por el nombre del lugar (panadería...), fuimos a desayunar. Entramos al local aún más vacío que la primera vez, pero la onda y el olorcito a pan recién horneado te hacen olvidar ese detalle.
En el desayuno, uno espera variedad de panes, facturas, dulzuras, sobre todo si estamos en una panadería. Las tres cosas que primero nos tentaron, no había: no hablo de cosas raras, simplemente de básicos para un desayuno: alfajor de maicena, brioche de chocolate y pasta frola.


Nos conformamos con lo que sí había: tostadas de pan de campo, medialunas con jamón y queso y un scon rico, pero raro.
Eran 3 desayunos simples: un té, dos cafés con leche, y estas cositas para acompañar. Tardó un poco más de la cuenta, tanto más que lo único que estaba caliente cuando el servicio llegó a la mesa era el agua para el té, el resto estaba templado, temperatura "deja de hablar y comeme y tomame ya".


Un desayuno que comenzó a las 10, tardó tanto pero tanto, que cuando nos fuimos, el local estaba invadido por olor a las preparaciones del almuerzo. No se que tan óptima sea la cocina abierta si no tiene buena ventilación, al final se lo ve muy lindo, pero arruina el momento. A nadie le gusta tomar un café con leche semi frío en una nube de aroma a bife...


Me parece que aunque el dueño sea famoso y todas las críticas le jueguen a favor, hay cosas que no se pueden descuidar...

viernes, 24 de febrero de 2012

todos en el barrio hablan de malvón

El malvón para mí siempre fue una planta. Típica flor de casa de la abuela. Y en la casa de la mía había variedad de colores para elegir: malvones y rosales por doquier. Mi abuelo P. era un aficionado a la jardinería, y tenía particular interés por los rosales, que los tenía de todos los colores, y en menor grado por los malvones, pero el patio estaba lleno de ellos igual: rosas, rojos, corales, blancos...


Ahora es una confitería de moda en Villa Crespo, una zona que está creciendo muchísimo en los últimos años, y que los fines de semana se llena de gente por los negocios outlet de categoría que abren constantemente. Si esto sigue así, vamos a necesitar un vivero y no sólo un malvón!


Fuimos en busca de unas zapatillas todo terreno para las vacaciones de P. y J., y cuando llegamos, el local estaba en remodelación... pero era la hora de comer! y no nos íbamos a ir con las manos vacías!
Malvón explotaba... no entraba ni un alfiler.

Foto de Allie, de Pick up the fork
Me daba un poco de cosa anotarme en la lista de espera mientras mirábamos vidrieras: tenía ganas de conocer el lugar, pero había leído muchas reseñas sobre la mala atención, y después del fiasco de las zapatillas, no estábamos de humor.
Me acordé de mi amiga A., que vive en el barrio y va desde el día 1. Entonces decidí darle una oportunidad, como ya todos sabemos, la atención en estos lugares no es el fuerte. Volvimos al rato, y no sólo estaba nuestra mesa en la que nos sentamos (y nunca nos atendieron). Sino que frente a esto, y a que no nos gustaba la mesa, pedimos cambiar, y nos cambiaron no una, sino dos veces sin chistar!


Después de media hora estábamos listas para pedir, en la mejor mesa del lugar!
El local tiene de todo lo que "se usa": panadería y pastelería rústica/americana para llevar, comida rústica (demasiado "americana"), decoración casa de la abuela con patio y sillas de hierro, limonadas y jugos...
Para el brunch de un día de oulets, o para tomar el té está más que bien!


*Perdón por las fotos, pero después de conseguir la mesa ideal, no pudimos contenernos y nos comimos todo antes de la producción!

miércoles, 1 de febrero de 2012

goût cafe | buenos aires, espejo de parís (en el s. XIX)

Todavía en Buenos Aires quedan postales de la París de Latinoamérica. La zona de Recoleta sin dudas es una de ellas.
Para mí hay partes más y partes menos de Recoleta... por ejemplo acá, acá y acá no cabe duda que nos trasladamos a otro mundo.


Después hay arquitectura y calles que entre la inmensidad de una gran ciudad, todavía conservan esta esencia.
Justo la ubicación de Goût Cafe tiene esa característica: ni 50 metros más acá ni 50 metros más allá, ahí donde está es perfecto para que todo el concepto cierre.


Lugar correcto, atención cordial, comida rica y muy bien presentada para ser un café: no esperemos tampoco la carta de 10 páginas. Almuerzo relajado, casual y rico. Y me imagino que para desayuno y merienda también sería una excelente opción.


No así para cenar, ya que habiendo llegado sobre la hora al secreto mejor guardado de Barrio Norte (hasta ahora), y encontrando sus pocas mesas llenas, quisimos probar suerte en la sucursal de Goût de Agüero, y estaba cerrada. Igual, la ubicación hace al lugar, así que esa segunda locación no es lo mismo que la original. Correcta para un café, pero nada más... sin experiencia parisina, aunque también esté en Recoleta.


Consejo: si quieren llegar al postre, no se coman toda la panera con paté, aunque creo que es prácticamente imposible. Haber probado ese patecito, desembocó en esto.

miércoles, 25 de enero de 2012

se agrandó chacarita | soberbio isósceles

Cuando voy a un lugar, los únicos días de la semana que me puedo dar el lujo de comer afuera, pero sin horarios, gastando un poco más y disfrutando, me gusta ir a lugares sencillos, descontractuados, con comida fresca, vistosa, tentadora tanto como el local.
En principio entro por lo que veo desde afuera, y como no estoy buscando una experiencia gourmet, la paso bien, como bien, y después me divierte mostrarles los ricos lugarcitos que van apareciendo por ahí.


Este fue el caso de Soberbio Isósceles... llegamos de casualidad, por una confusión de calles. Sabía que había inaugurado hacía poco, pero no le había prestado mucha atención a los carteles.
La cosa es que de afuera nos compró. Lindo, cálido, bien decorado... no era del todo desconocido ya que había hecho el catering de Puro Diseño... nos gustó, y entramos.
Y la ilusión con la que lo descubrimos, rápidamente se desvaneció...


No soy crítica gastronómica ni mucho menos, tampoco voy a andar poniendo calificaciones Zagat ni tenedores Michelin a cuanto lugar que voy, pero esperaba más de un lugar tan inspirado.
Desde el nombre hasta la locación y el menú... esta inspiración desaparece en la atención más que desprolija (estos lugares suelen ser desprolijos, pero nunca a este extremo, menos estando vacío... más empleados que comensales) y el servicio, para el cual no tengo calificativo: desprolijo nuevamente podría ser uno, ya que un sandwich gourmet (bastante más costoso que en cualquiera de los demás lugares que suelo frecuentar) vino servido sobre un plato blanco, sin decoración, sin guarnición, sin hojas verdes, nada, ahí tirado pobre sandwichito, sin más... un sandwich caro y "desangelado".


Más bien onda pizzería, lo cual se supone que es la especialidad de la casa, así que quizás le de otra oportunidad y vaya a probar sus exclusivas pizzas gourmet, que según ellos están buenísimas, y lo quieren decir sin modestias... así de soberbios resultaron ser...

lunes, 21 de noviembre de 2011

delicias naturales | natural deli

Lugar obligado para ir a cenar o almorzar algo rico en Barrio Norte, sin caer en el fast food.


Natural Deli tiene, al estilo deli newyorquino, almacén, take out y mesas, todo bajo la premisa de natural y orgánico.


Carta de comida, carta de merienda y, como si fuera poco, carta de jugos... son más de 15 variedades, con sus propiedades y beneficios explicados, además de los ingredientes.


Generalmente es un lugar que frecuento de noche, para cenar en la semana con mi amiga F., pero aprovechando que el sábado fui de día, saqué las fotos bien iluminadas, ya que una parte del salón está bajo un techo transparente que debe haber sido un pasillo interno de una casa chorizo, de las que quedan algunas pocas por la zona.


Cambian de carta según la temporada, así que las opciones son siempre frescas y con productos de estación.
Si quieren comer rico, fresco, natural y orgánico, esta es una buena opción.

viernes, 4 de noviembre de 2011

casa de té | chez pauline

Teníamos que andar por Recoleta para comprar las cápsulas para el regalo del día de la madre, entonces decidimos probar un viejo pero nuevo (para nosotras) lugar.


Una casa de té con todas las letras... o con su propias letras, Chez Pauline maison de thé.
De afuera es chiquito y disimulado, como me gustan. De adentro, té... por todos lados, té.


Té para llevar, para regalar, para degustar...


Terminamos almorzando muy rico, pero como los días empiezan a ser un poquito más calurosos (aunque hoy estoy con Estela, primavera lluviosa!), no llegamos al té.


Quedará para la próxima visita. O mejor dicho próximas, ya que es muy complicado decidirse por uno sólo, la carta es extensa, y con blends muy tentadores.


Un lugarcito afrancesado, muy a mano para un día de paz y tranquilidad. Y super recomendable para tener en cuenta en invierno y llenarnos de té!


O para aprovechar los eventos que organizan e ir a probar de todo un poco!

lunes, 19 de septiembre de 2011

jugando a las escondidas | florencio bistro & patisserie

Escondido en una de las callecitas pintorescas de la zona de Recoleta conocida como La Isla, se descubre Florencio.


Un lugar mini, pero mini en serio: tiene 5 mesas adentro y 2 afuera... y las mesas son para 2, máximo 3.
El primer descubrimiento lo hice en un desayuno de "negocios" con A. y C. Y después no pude dejar de volver un viernes gris, aburrido y pesado, a tomar el té.


El lugar ideal para días de sol o de estudio, ya que queda enfrente a una zona llena de plazas y plazoletas, y al costado de la Biblioteca Nacional.
A pesar de que su chef trabaja en televisión, el lugar es de lo más amistoso. Muchos habitués, mucha conversación de mesa a mesa (es mini!), mucho diálogo con esta cocinera de la tele...


Parece que estas tomando el té en el living de una casa, atendido por sus dueños, y con unas cositas de lo más frescas y ricas!
Un hallazgo en el laberinto de calles y plazoletas.