Julieta, por otro lado, la conocía, y pudo conseguirla vía internet. Resulta que esta semilla es ilegal en algunos países, y cuidada y escondida en otros.
Su comercialización está prohibida en algunas latitudes debido a que tiene un componente, la cumarina, que en grandes cantidades es anticoagulante, por lo tanto mortal. Al ser tan aromática, en cocina no se llegan a usar estas grandes cantidades, por lo cual vale la pena correr el riesgo.
La cosa es que Julieta organizó a través de su blog Filosofía de sabor, un concurso para compartir a dos beneficiados un par de semillas, y así probar la "fruta prohibida".
Me anoté en el concurso, y gane! Después me fui de vacaciones, me colgué en responderle el mail, y pasaron un par de meses hasta que finalmente adquirí mi premio.
Aprovechando el fin de semana largo, me decidí a usar un poco de mi tesoro con un receta que Julieta me compartió.
Obviamente, las galletitas en cuestión se pueden hacer sin haba tonka, y con un poco de esencia de vainilla, pero si tienen acceso a las semillas, les aconsejo que las prueben tal cual, tienen un sabor especial y son super perfumadas.