Hace un par de años que busco recetas en donde pueda reemplazar la harina de trigo. No es fácil, las texturas y las reacciones de las preparaciones son diferentes.
En materia de panadería ni lo intento, apenas si puedo hacer un pan o una pizza decente con harina regular.
Y en pastelería me estaba costando un poco. Siempre está la maizena para darnos una mano, pero ninguna preparación puede ser 100% maizena, no?
Entonces encontré una receta de cookies que permite múltiples variantes en la combinación de las harinas.
Esta primera vez combine harina de arroz, almidón de maíz y, pensando que tenía en la cocina, harina de quinua. Resulta que no tenía harina de quinua, pero si quinua. Limpié bien el molinillo de café, puse ahí la quinua, la molí y la tamicé muy bien. Igualmente, no quedó tan refinada como una harina, por lo que le aportó cierta crocantes a la masa, como si tuviera frutas secas o avena (aunque ahí dejarían de ser sin TACC).
Son ideales para celíacos o cualquier dieta que prohíba el gluten, porque ni se nota que son "especiales". Las mías no eran aptas para celíacos porque mi cocina y mis utensilios no están preparados para ello.
Quedaron buenísimas, y ahora que encontré esta receta tan versátil, quiero probar otras combinaciones! Se me ocurre harina de amaranto, con amaranto inflado para textura; un poco de algarroba, para hacerlas doble chocolate; almidón de mandioca... hay tantas harinas dando vueltas, que alguna otra receta en base a esta algún día van a ver por acá...
Hacer unas cookies diferentes fue un buen ensayo para buscar que hacer para la edición navideña del
Buenos Aires Cookie Club...