El cansancio acumulado ni siquiera me inspira a prender el horno el fin de semana, y como se supone que en cualquier momento empieza a hacer calor, estamos intentando comer menos cosas ricas!
Ricas=engordan! Y si, dulce de leche, chocolate, azúcar, crema... todo engorda!
Pero ayer fue la excepción. Hacía mucho que C.A.I. no llevaba al jardín galletitas caseras, y esta semana le tocaba!
Así que después de un domingo de asado, llegó justo cuando en la tele estaban haciendo unas masitas bicolor, y obviamente es lo que quiso hacer.
Carpeta de recetas en mano, busqué la receta clásica de masitas secas, con las que se pueden hacer infinidad de formas, inclusive dameros y estos caracoles que hicimos nosotras.
No son masitas "express", pero en este caso, si nos queríamos ir a dormir en un horario decente, tuvieron que serlo. Un poco de freezer y un poco extra delicadeza para tratarlas, hicieron que las masitas salieran bastante enteras. Obviamente que de sabor no varían, y estaban super suaves y ricas!
Hacía mucho que tía y sobrina no se calzaban el delantan, pero ya era hora!