Estas rosquitas no son la excepción. Además son divertidas y visten cualquier almuerzo de domingo.
Jugar con los colores de los huevos para que decoren la mesa en los tonos que más nos convengan es una idea genial, y decoración casi automática.
La receta la adapté de Joy the baker, un blog más que clásico a esta altura del partido 2.0 (se sigue diciendo así?), y como siempre que hago roscas, preparé dos versiones: chips de chocolate, y ralladura de naranja, para que tenga un toque más tradicional.
Ahora les dejo la receta, y me voy a comer alguna rosquita!