Y en definitiva, es más sabrosa que un pan, pero no necesitas ingredientes y preparaciones de más como en una pizza. Es la combinación perfecta entre ambos.
For the month of April Rachael of pizzarossa and Sawsan of Chef in Disguise took us on a trip to Italy. They challenged us to try our hands at making focaccia from scratch.
La excusa del reto de Daring Bakers, finalmente me despertó un nuevo vicio: amasar focaccia.
Se puede comer en el momento, apenas entibiada al día siguiente, y hasta calentada en una sartén un par de días después (eran 3 o 4 pedacitos y no ameritaba prender el horno solo para eso).
Tan simple como llenarla de sabor con especias secas, un muy buen aceite de oliva por encima, y mucha sal.
De ahí podemos pasar a detalles más sofisticados, como ponerle diferentes toppings, para tener diferentes texturas y sabores.
Como esta focaccia fue "organizada" y no improvisada, la hice con muchos ingredientes. Pero seguramente, las próximas amasadas sean tan simples como orégano, sal y pimienta; oliva, romero y sal gruesa!
Esta vez, para homenajear a mi primera focaccia, hice la bandera italiana! Aceitunas, queso y tomates, en franjas. Estaba para cortar una tira combinada y comerlas todas juntas!