Pensando en el frío que hace afuera, me acorde del paraíso
del chocolate. Ideal para ir con 0°... o con más de 30°, como fuimos nosotras!
La cosa es que en uno de los famosos tés post trabajo con
A., nos encontramos con el reino de los chocolates, o como dice el cartel,
Compañía de Chocolates.
Llegué un poco temprano (increíble, pero cierto), y decidí
entrar porque afuera hacía mucho calor... casi lo mismo que haría hoy pero a la
inversa.
Ya desde que entras el chocolate te ataca, entonces, para no
tentarme con la carta, pedí un par de bombones... para entrar en sintonía.
No puedo recordar de que eran, pero eran riquísimos. Conociéndome, opto
por casi asegurar que eran todos de chocolate amargo, de distintos orígenes,
algo de maracuyá por acá y un poco de frutas secas por allá...
Los partí, y me comí mis mitades...
Después, cuando ya éramos dos, y para hacerle honor al
lugar, pedimos la tabla de dulces (una picada para gordas amantes de lo
dulce!), obviamente todo en variedad "chocolate". ¿Qué otra cosa íbamos
a pedir en este lugar?
Eclair de chocolate, macarons de chocolate, torta de
chocolate, canneles de chocolate, y un par de helados de... chocolate!
Pedir una tabla de dulces en base a chocolate es algo que
todos deberíamos hacer una vez en la vida!