Participar de un
cookie swap es una experiencia de lo más divertida. Siempre pensé en como se podría organizar uno: ponerse de acuerdo, elegir un lugar, e intercambiar galletitas y recetas con unos mates o té.
La verdad que en estas latitudes, el mejor cookie swap sería en junio/julio... pero no hay nada como hornear galletitas para las Fiestas!
Por suerte, a
Julie y
Lindsay se les ocurrió esta idea virtual, y la parte de la organización corrió por cuenta de otras; lo único que quedó en mis manos fue elegir que galletita hacer.
Saqué toda la
artillería en busca de inspiración, pero cuando me llegaron por mail las personas a las que les tenía que enviar las galles, cambié de planes: como eran todas participantes del
picnic, decidí que no necesariamente tenía que ser una galletita apta para el envío por correo. A esto se sumó que tenía unas nueces pecan que me habían regalado G. y J. del campo y me dieron ganas de usarlas; y también sumemos que dejé todo para último momento y necesitaba algo rico y fácil.
Se me ocurrieron entonces cuadrados, con nueces, chocolate, y demás.
Finalmente, terminaron siendo una odisea. La primera receta que elegí no me gusto: la base de los cuadrados era una masa dura y seca. Y no tenía demasiado ligue para los ingredientes que iban por arriba. Por lo tanto, con las frutas picadas, el chocolate cortado, y demás extras de la cobertura, decidí inventar mi propia receta.
Finalmente terminé haciendo una base de blondies, recargados de cosas ricas y cortaditos muy pronto! Estas preparaciones son frágiles, y no conviene cortarlas en el momento. Pero se hacía la hora del encuentro, y fue necesario.
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Mi parte habilidosa: canastitas navideñas hechas en casa |
La presentación no quedó como de revista, pero tenían tantas cosas ricas que estoy segura que mis 3 cookie swappers los disfrutaron!
En el próximo post, les muestro que recibí yo!
Es una receta para tener en cuenta para la mesa navideña, ya que rinde un montón de masitas.