lunes, 20 de abril de 2015

rolls de azúcar negra, glasé avellana y rosca de pascua

Los que me siguen en instagram o facebook (hasta twitter), deben haber visto dos roscas a falta de una.


La tradicional rosca con una vuelta de tuerca, y una rosca hecha a mi medida. Así como a mi me resulta extraño que haya gente que no coma ni chocolate ni dulce de leche, debe haber alguno que se va a horrorizar con mi rosca especial... SIN pastelera!


Como la receta rindió mucho, como para dos roscas, una la hice para mi, para, entre huevito y huevito, poder comer un pedacito de rosca.
Generalmente hay una manera muy fácil de comer rosca: se le corta la parte de arriba, y más de uno agradecido por haber dejado una porción con poca masa y mucha crema.


Pero mi rosca no era apta para esta tarea: los rolls desbordaban pastelera desde adentro, y no quedaba un solo gramos de masa a salvo. Necesitaba otra solución si quería compartir un pedacito de rosca.
Una cosa lleva a la otra, y los rolls de pastelera me llevaron a los rolls de canela (sin canela, ...por lo menos chocolate y dulce de leche como!).


Y, recordando una deliciosa receta familiar belga de La Confiture, termine por hacer, con la masa de rosca sobrante, rolls de azúcar negra... A los que finalmente bañé con un glasé de manteca avellana que fue el detalle que les dio sabor y humedad, e hizo que comieran más de "mi" rosca que de la tradicional reversionada.


Parece que la primavera va a ser eterna este año, y si no es por una fecha especial, ni ganas de ponerse a trabajar con levadura y prender el horno... pero se que cuando finalmente llegue el frío, voy a volver a hacer estos pancitos!


Rolls de azúcar negra y glasé de manteca noisette

Ingredientes:
1/2 receta de masa de rosca (con una receta hice una rosca y una docena de estos rolls)
1/2 taza de azúcar negra
50 gramos de manteca derretida

Para el glasé:
50 gramos de manteca
1 taza de azúcar impalpable
Leche, cantidad necesaria

Procedimiento:
1. Precalentar el horno a medio (180° C). Cubrir una placa para horno con papel manteca.
2. Luego de dejar descansar la masa en el bol, estirarla de forma rectangular, de aproximadamente 25x35 cm.
3. Pincelar la masa con abundante manteca derretida, y luego espolvorear toda la superficie con azúcar negra.
4. Enrollar desde el lado más largo y cortar las puntas. Cortar pociones regulares del rollo, de aproximadamente 3 cm. A mí me salieron 12 porciones.
5. Colocar los espirales boca arriba en la placa preparada, dejando espacio entre sí para que puedan levar. Dejar reposar 30 minutos, hasta que los discos se hinchen y se empiecen a tocar.
6. Hornear aproximadamente 20/25 minutos. Retirar del horno y dejar enfriar. Mientras preparar el glasé.
7. Poner la manteca en una pequeña ollita a fuego bajo y dejar derretir. Retirar la superficie espumosa (restos sólidos que se separan de la grasa) y continuar cocinando hasta que empiece a tomar un color amarronado y su aroma sea a nuez. No se debe quemar. Dejar reposar unos segundos para que cualquier sólido todavía en la manteca se asiente abajo.
8. Volcar la manteca sin restos sólidos sobre el azúcar impalpable y mezclar bien. Agregar leche de a pequeños chorros hasta lograr la consistencia adecuada para bañar los rolls. Ni muy líquido (agregar más azúcar) ni muy espeso (agregar más leche), debe ser un baño apenas fluido.
9. Bañar los rolls fríos y dejar secar. Una vez que hagan este glasé avellanado, no van a querer hacer otro!

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