Es difícil en Buenos Aires tener que comer de paso, y pensar que podemos arreglarnos con una sopa.
A pesar de que en la mayoría de nuestras casas la sopa es una tradición, esa costumbre no llegó a la calle.
Pero, en una jornada de trámites interminables, me crucé con Toute la soupe, un rincón que ya debería tener sucursales en cada uno de los 100 barrios porteños!
Mucha variedad, muy ricas, con pan, semillas y queso rallado para acompañar, o la opción de hacer una comida completa, y tomar la sopa con un rico y fresco sandwich. Y por que no finalmente pedir un postre! Que también hay!
Las ollas de bruja humeantes dejan escapar los aromas de ricas sopas, y cuesta elegir sólo una.
Otro día de paseo, me espera alguna otra variedad... hasta que abran una sucursal más cerca...
Lo que amo la sopa no tiene nombre. Tengo que pasar por Toute la soupe en cuanto ande por Capital.
ResponderEliminarBuena semana, Juli!
Un beso
un local de sopas, qué original!! habrá que darse una vuelta...
ResponderEliminarY aquí época de sopas pero sopas frías!!!!
ResponderEliminarMe gusta poder tomarla por la calle, una opción perfecta.
Besazos.
me hace acordar a un capitulo de Seinfeld xD
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