Aprovechando los tomates confitados, preparé unas empanaditas muy sofisticadas, que no requieren más que el uso de un cuchillo.
En Navidad las comimos recién hechas, en Año Nuevo en el almuerzo del 1º, frías.
De las dos maneras, un manjar!
A veces, con pocos ingredientes, salen unas recetas de lo más ricas, de esas que todos piden más.
Dejo la receta, es muy fácil, pero por si alguna no esta inspirada...