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viernes, 28 de septiembre de 2018

friands de anís estrellado y frambuesas | un primo muy cercano de los financiers

Estas masitas de almendras y claras son ideales para tomar el té el fin de semana.
Parece que el otoño no está listo para despedirse aún, así que es una excelente oportunidad.

friands o financiers de anís estrellado y frambuesas

Esta receta es de Sweet, de Ottolenghi y Helen Goh , y aparece con el nombre de friands. Aunque si leemos los ingredientes es un típico financier.
No hay mucho al respecto en google sobre la diferencia entre ellos, excepto que los friands se basan en los financiers, pero difieren un su forma y saborizante.

friands o financiers de anís estrellado y frambuesas

Aunque no me terminaron de convencer del todo con esta hipótesis, ya que mi molde ovalado es francés, y lo venden los franceses para financiers, y además viene con una receta (como muchas otras) que lleva un arándano en el corazón, muy similar a ésta.
Entonces, mi conclusión es que una diferencia meramente de nombre. En Francia son financiers, y por alguna causa del destino, los angloparlantes los renombraron friands cuando no tienen forma de lingote de oro. Esa es mi modesta opinión.
Estos en particular, son ovalados, con anís estrellado y frambuesas. Y ya estoy poniendo la pava!

miércoles, 9 de agosto de 2017

pavlova rota con curd de cítricos | #rainydaybitescookbookclub

Levante la mano quien se junta para un asado el domingo después de ir a votar? 🙋
Ideal para después de tanta carne, ensalada y pan, un postre fresco y bien dulce.


O después de un domingo de abuela: fideos con estofado.
O para invitar a tomar el té.
O para comer porque sí.


Digamos que cualquier excusa es buena para esta gran fuente de merengue de cacao, curd de cítricos, crema y frutos rojos!


Esta idea genial de Dennis Prescott para cucharear directo del fuentón, es ideal para la poca paciencia para postres prolijitos y super decorados. Es una presentación hermosa, colorida, vistosa, pero sin mayores problemas para ensamblarla... excepto por el merengue, que, como siempre, tiene ese problemita archiconocido de la cocción en un horno común de casa.


Pero como nada es imposible, con un poco de paciencia y el horno semi abierto, se puede lograr!
Esta receta es para el #rainydaybitescookbookclub, y fue muy dulce y divertida prepararla.


Es un postre para un batallón! Hice la mitad, y un trozo de merengue nos lo comimos como masita porque no entraba en la fuente! Así que preparen muchas cucharas, y manos al batidor!

lunes, 21 de marzo de 2016

cobbler de frambuesas | el postre más fácil del mundo

Me enganché con este reto mensual de rainydaybites, el #rainydaybitescookbookclub.
La idea es tener los libros a disposición, y elegir recetas de ahí. Como los libros no los tengo, y cuando viaje prefiero usar el peso para props, compro cada vez menos libros.


Pero la magia de google siempre está para salvarnos, y todos los libros se promocionan por lo menos, con una receta...
Este es el caso del libro de este mes, The broad fork, de Hugh Acheson. Un libro que se propone recetas de temporada, con ingredientes nobles de temporada.


La cosa más loca del mundo, en Buenos Aires es muy difícil conseguir ingredientes de temporada que se producen en el país. En una punta o en la otra, pero acá llegan como super exclusivos. Te vas al norte, y comes quesos, dulces artesanales, papines que no te imaginas que existen.
Te vas al sur, y tenes frutos rojos a rolete, una exquisites en la gran ciudad...


De vuelta, la magia de google me llevo a descubrir que hay gente que vende frutos rojos congelados en la comodidad de su hogar, y a mano para todos.
Así, la idea que parecía frustrada, de participar en el reto iba tomando forma. Una breve pasada por la papelera a comprar una bandeja para horno descartable (el cobbler iba al #cremonafest), y ya estaba todo listo para empezar...


Y de golpe! Me dí cuenta que el último día de frío del año pasado, me había terminado la polenta!
El tiempo me jugaba en contra, así que la reemplace por almidón, tenía que hacer ese cobbler ese día en ese momento sí o sí. Ya me era un capricho a esa altura!


En la frustración de la falta de polenta, me olvide el azúcar! Por eso, cuando me avivé (a la media hora de horno), le esparcí la cucharada por arriba... y eso es lo que se ve en la foto.
Una receta llena de imprevistos, pero que salió deliciosa, es super fácil, y un postre que viste cualquier cena pipi cucu.