lunes, 22 de abril de 2013

compartir y comer sano hace bien | vita eco market + café pendiente

Hace poco menos de 1 mes me crucé con la iniciativa de café pendiente en facebook. Sin detenerme mucho a leer en profundidad de que se trataba, quise participar sin dudarlo. Un gesto tan chico, puede cambiar aunque sea por unas horas la vida de alguien.


Así fue como de la escasa lista de confiterías participantes, elegí una que, además de quedarme cerca del trabajo, tenía ganas de conocer por su propuesta de almuerzos: Vita eco market.
Vita está en pleno microcentro porteño, y al igual que su ocupante anterior, esté local ofrece una alternativa sana, rica y natural al almuerzo de todos los días. Super recomendable darse una vuelta, para quedarse o take away.


Entrar a Vita es como transportarse, salir un rato del ambiente "oficinesco", y entrar a un local colorido, alegre, a la vez tranquilo y con mucha buena onda. Comer rico y sano, para después poder seguir durante el día. Hacer nuevos amigos mientras que le haces un lugar en tu mesa compartida con viejas amigas (y no por la edad! si no por la historia ;).


Y empezar a darte cuenta que de a poco, todos vamos tomando un poquito (aunque sea mínimo) de conciencia, de que algo en nuestra rutina cotidiana tiene que cambiar para poder seguir conservando un planeta como lo conocemos...
Comimos todas las cosas ricas que Vita nos ofreció, y dejé mi primer café pendiente, con el deseo de que la iniciativa se conozca, y alguien pase por Vita a pedirlo, tomarlo, disfrutarlo y aprovecharlo.


Día a día se suman bares y cafés a la movida, así que no dejen de chequear la página cada tanto. Además, en menos de 1 mes en facebook, ya tienen más de 6000 seguidores! Ojala seamos muchos más! Seguramente, un café de cada uno de nosotros, puede llegar a alguien que lo va a disfrutar mucho más!


martes, 16 de abril de 2013

la empanada boliviana con raíces argentinas | guest post de laura

Antes que nada saludo yo. Hace mucho que no publico, y también hace mucho que no cocino... pero eso no quita que tengo unos cuantos post pendientes... pero así como no tengo tiempo para el horno, tampoco tengo tiempo para sentarme, escribir, y mirar fotos...
Los únicos 5 minutos que le dediqué al blog este mes fue para anotarlo acá, si quieren pueden pasar y votar!
Así fue como apareció Laura, con ganas de hacer un guest post. Hace mucho que el blog no tiene invitados, y que mejor que este momento para recibir a una!
Gracias Laura por tu receta!

Me llamo Laura Diaz, soy paraguaya pero vivo en Estados Unidos desde muy pequeña. Me mude a Nueva York hace unos 3 años donde vivo actualmente, haciendo una especializacion en Periodismo. Espero siempre poder escribir sobre mis pasiones que incluyen la cocina y la moda! :)


Siento que hay ciertas cosas que nos unen como latinos. Pequeños detalles con los que nos identificamos sin importar donde estemos. Nuestros idiomas hermosos con todos sus dialectos, nuestros valores familiares, nuestra pasión, nuestras fiestas espectaculares y hasta nuestras telenovelas. Sin embargo, todo lo que nos une y apasiona, se puede observar claramente en nuestra comida.
La comida latina, siempre llena de detalles hogareños, variedad, sabores fuertes y mucho amor. En mis años, tuve la suerte de viajar por Latinoamérica y reencontrarme con una comida sencilla pero llena de sabor y tan diferente según el origen: la empanada. Las vi fritas, horneadas, hervidas, vegetarianas, de mariscos, de carne, pollo, dulces, saladas, mixtas, en fin la variedad es impresionante pero todas estuvieron deliciosas y desbordando de sabor. Evidentemente, ahí encontré mi definición de ser latino: ser diverso, apasionado y con mucha sazón!


Acá les comparto una de las empanadas que más me gustó... escoger una favorita sería imposible. Nunca había escuchado hablar de la salteña boliviana y cuando la probé me pareció algo diferente y exquisito. Es una empanada horneada, con una masa muy especial, rellena de carne de res, pollo o vegetariana, y contiene un caldo lleno de especies, papas y arvejas. Por lo jugosa que es, comerla resultó toda una experiencia. Aprendí (un poco tarde) que hay que agarrarlas de manera vertical, morder la punta y luego ir comiendo los bordes y el relleno poco a poco.