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domingo, 17 de abril de 2011

los panes de l'épi

L'épi era una deuda pendiente de hace tiempo. No sólo para probar los panes de fermentación natural. Mi principal deuda era por el pain au chocolat. Tenía que probarlo. Una de las mejores facturas del universo, muy a la par de alguna hojaldrada rellena de dulce de leche.


Y sabía que este pain au chocolat en particular tenía que ser R-I-C-O! Todavía me acuerdo de la clase de facturas, pero no me acuerdo del sabor ni de las medialunas ni de los vigilantes... si me acuerdo de ésta, y precisamente en esa clase lo tuve a Olivier de profesor.


Entrar a L'épi es indescriptible. A pesar de que fui a la sucursal "boutique" y no a la boulangerie, el aroma a un pan distinto es notorio. El olor debe ser una de las cosas más difíciles de transmitir por acá, creo que la mejor recomendación que puedo hacer es que vayan, y huelan! Y ya que están, compren algo, ya sea dulce o salado, no se van a arrepentir.


Igual, es difícil decidir que llevar. A nosotras nos costo. Y mientras decidíamos que pan y que facturas llevar (mi pain au chocolat estaba fuera de toda discusión, y ahora se que tendría que haberme comprado 2!), llegó el dueño, uno de ellos, precisamente el que yo conocía.
Y comentado de donde nos conocíamos, caí en la cuenta que hace más de 10 años de la experiencia en el curso de pastelería... un montón!


Después del saludo y demás, hicimos nuestra compra mini, para no comer de más: 1 pain au chocolat, 2 sablé diamants y 1 baguette parisienne. Nada duró más de una tarde, y estaba todo tan rico, que en cualquier momento voy a darme otra vuelta y hacerme habitué! Por suerte, no está en mi radio diario, ni me queda de pasada casi nunca, por que si no, en algún momento terminaría rodando.

jueves, 17 de marzo de 2011

paseo en tranvía y galletitas temáticas

Hay cosas en nuestras propias ciudades que nunca hacemos, y como turistas son de las primera en la lista.
En Buenos Aires, en el barrio de Caballito, hay un clásico paseo en tranvía. Esa fue la salida familiar de mi sobrina este fin de semana.
Y después de ver las fotos y de que me contaran la experiencia, me quedó en agenda para hacer en algún momento, y no dejar esas clásicas joyas que tenemos a la vuelta sólo para las veces que somos turistas.


Este año empecé por  probar nuevos lugares donde comer, de a poco voy a ir incorporando estas cosas más olvidadas.
La cuestión es que los primos y sus papás fueron a dar esta vuelta. A la tardecita C.A.I. apareció con un tranvía souvenir y toda la explicación de como funcionaba: distinto al tren y distinto al subte.
Preparada para cumplir con el primer pedido de galletitas del año, quería mostrarle a sus compañeritos de jardín su experiencia del fin de semana, así que vino con una idea propia de lo que quería hacer: galletitas de tranvía.


Entonces deje de lado mi idea de juntar el pedido del jardín + la receta de cookie carnival, y volvimos a las clásicas pero más aceptadas por los chicos galletitas de manteca.


El problema era: como hacemos tranvías! Lo único que aparecio en mi caja mágica fue un colectivo, que con todas sus ventanillas de costado era lo q mas se parecía.
Así que esta vez, acompañada de su otra tía, hizo sus tranvías, dándole instrucciones: «porque P. no sabe hacer galletitas Juli!».


Después de un día agitado con sus 3 tías,1 en tranvía, 1 cocinera y otra supervisando la cocina (esa soy yo!), se fue a su casa con su bolsita de galletitas y su historia del tranvía para compartir al otro día en el jardín.

lunes, 26 de abril de 2010

sábado+mediodia+sol=brunch

Aunque parece que empieza a hacer frío, la primavera todavía no nos abandonó.
Los árboles florecidos y con hojas verdes, así nos lo demuestran.


Buenos Aires está lleno de flores, y algunos días, el sol todavía nos deja disfrutar de un brunch al aire libre, y un paseo por Palermo.
Este fin de semana, la ciudad festejó el Día de la Tierra, con un evento en una de sus plazas.
Fue la excusa ideal para proponernos finalmente cambiar por orgánico, en la medida de lo posible.
Entonces, el plan del sábado soleado fue: brunch en el Museo de Arte Decorativo, y visitar los puestos del Día de la Tierra 2010.


Este museo está instalado en lo que alguna vez fue la mansión Errázuriz Alvear, una residencia inaugurada en 1918, decorada casi integramente por muebles y objetos de arte europeo y oriental, que Matías Errázuriz y Josefina de Alvear adquirieron en su estadía en Europa. En 1935 el viudo Errázuriz y sus hijos cedieron la casa al estado argentino, y en 1937 se inauguró finalmente el museo, con la colección de la familia como principal material de exposición.


En los jardines de esta lujosa residencia funciona uno de los pequeños bistró más escondido de Buenos Aires: la sucursal de Croque Madame mejor ubicada.

Ahí P. y yo disfrutamos de un suculento desayuno/brunch, que nos dió para seguir comiendo a la tarde. Y como la única cámara que teníamos era la de la BlackBerry WhiteBerry, todas estas fotos son cargas móviles! Pero no salieron tan mal, no?